Lo que he aprendido sobre los hábitos
Me levanto, miro el móvil.
Me hago el café, ¿cómo va Bitcoin?
Acaban de aprobar el ETF de Ethereum… ¿sell the news?
Un sorbo, whatsapp.
Otro sorbo, Twitter.
Tengo que dejarlo, por la mañana esto es una mierda.
Qué sueño tengo.
Y la verdad… estoy cansado, qué pereza otro día más.
Así eran mis mañanas.
Cuidado que este email puede oler a porro de la fumada que puede llegar a ser.
Como bien sabes, estás en mi diario personal por lo que cuento lo que voy experimentando como emprendedor, empresaurio, padre… todo.
Si no te gustan los rollos raros, te recomiendo salir de este email ahora mismo.
La cosa es que llevaba años con esta rutina de mañanas y ya tenía asumido que las mañanas eran una mierda.
Un estallido de sed de noticias mañaneras que me chupaba toda la energía.
Un día divagando por internet escuché un podcast que mencionaba algo, una manera sencilla de cambiar tus mañanas para empezarlas con más energía.
Y decidí probar.
Es tan simple que se puede considerar hasta efecto placebo, te dejo que lo juzgues por ti mismo.
Te levantas, sin teléfono.
Te haces el cafe y te lo bebes tranquilamente en un espacio de 10 minutos donde la mente no piensa en otra cosa que no sea el café.
Y me pongo a escribir.
Escribo a mano en lo que los hippies llaman diario de la gratitud.
Unas 6/7 líneas dando las gracias por 1 nuevo día y acordándome de cosas por las que estoy agradecido, bajando a tierra cosas tan simples como la salud de toda la familia y que deberíamos tener más presente cada día.
Después de esto, tengo otra pequeña agenda donde planifico el día.
1 tarea importante que haciéndola me permita que el barco avance.
2 tareas medianas que me permitan que el barco se sostenga.
1 tarea pequeña (de formación) que me permita que el barco siga creciendo.
Obviamente hay días que tengo que destrozarme como te pasará a ti y echar 10 horas por cualquiero motivo, pero intentgo que la base sea siempre esa.
Tener TODO lo necesario del día apuntado y controlado.
Dividir en tareas lo importante.
A mi me ha ayudado, ni te imaginas cuanto.
Es cierto que se recomienda también escribir antes de dormir unas líneas para dejar en el papel todo lo que tengas y no llevarte nada en la mente a la cama.
Pero eso sí que me da pereza.
Por ahora me quedo casi dormido mirando a un pequeño minion de 4 meses y no me llevo nada más a la cama.
Si te interesa esto de los hábitos, me gusta probarlos todos.
Ya te conté el de la dieta Keto.
Llevo 2 meses con el método Wim Hof y las duchas frías.
Si veo que esto os gusta, seguiré contando los experimentos.
Como siempre, gracias por estar aquí.
Un fuerte abrazo, Julio.