Día 3 - Creer para ver
Creo que estamos equivocados.
La gran mayoría de personas no somos conscientes de lo que podemos conseguir.
De lo que podemos lograr.
Una idea que tenemos en la cabeza desde siempre y que arruina cada día a miles y miles de personas es ‘‘ver para creer’’.
¿Desde cuando hemos invertido el mundo a nuestro gusto?
Todo nace desde el mundo de las ideas.
El avión es un medio de transporte porque alguien lo imaginó en su día.
Viajar a la luna, igual.
El móvil desde el que lees este email, igual.
Yo personalmente he decidido volver a la fórmula original, creer y luego ver.
Creía que tendría la newsletter inmobiliaria más grande y finalmente lo vi.
Creía que bajaría de 90 a 75kg y después de creérmelo yo, lo vi fuera.
Primero lo veo en mi mente y luego sucede, pero nunca al revés.
La disposición mental con la que afrontamos cada reto de nuestra vida marca la diferencia entre éxito o fracaso.
Y no confundamos creer en nosotros, en lo que vamos a lograr con creer que voy a tener un Lambo y que aparezca en la puerta de mi casa.
No.
Lo material no entra en juego.
Debemos ver en la mente el cambio que queremos ver en el mundo.
Debemos creérnoslo nosotros antes.
Aquí te dejo esta idea mañanera, para que creas o no que tengo razón.
¿La has aplicado alguna vez?
Nos leemos mañana, Julio.