Sigo.
Con el tema del verano.
En qué se está formando un intentador de cosas oficiales como yo.
Como bien sabes mi principal sector es el inmobiliario pero me gusta ampliar horizontes.
Socrates decía que no hay nada más triste para un hombre que envejecer sin ver su físico en su máximo esplendor.
Yo también lo creo, pero no solo física si no intelectualmente.
Es por ello que desde hace tiempo noto que me falta algo.
Me falta ese kilómetro extra.
¿Y sabes dónde creo que puedo encontrarlo?
Más allá de la superficialidad que tenemos hoy en día.
Paso mucho tiempo contestando mensajes por Whatsapp.
Por email.
Llamadas.
Y sé que todo eso es necesario, pero lo que realmente genera valor creo que se encuentra mucho más allá de todo esto.
En un lugar donde el foco y la concentración entran en juego.
Por eso, decidí leerme Céntrate, un libro que me ha abierto los ojos a desarrollar una nueva habilidad que creo muy necesaria para mi.
El trabajo profundo.
Si quiero crear mejores newsletters, debo ir un paso más allá.
Quedándome en la orilla simplemente conseguiré lo mismo que todos.
Quiero crear contenido interesante, que realmente aporte, que realmente merezca ser leído…
Y eso no se consigue revisando la bandeja de entrada cada 5 minutos.
Es por ello que estoy preparándome para un gran experimento, voy a meter bloque de trabajo profundo en mi rutina diaria.
Te contaré que tal, no lo dudes.
Las premisas son las siguientes:
Espacios de tiempo de 90 minutos sin distracciones, enfocándome en 1 única tarea.
2 espacios máximo en la mañana.
1 de 60 minutos en la tarde.
Durante el resto del día, seguir usando bloques para concentrar el trabajo superficial.
Esta es una de las habilidades en las que me estoy formando este verano y cómo no, vamos a ponerlas en práctica.
Un abrazo, nos leeremos pronto.
estamos en la misma onda... es necesario cada día más concentrarse